{ RUNNER THOUGHTS }
He tenido que esperar unos días para poder escribir este post porque realmente lo intenté el domingo pasado justo después de acabar la media maratón y era incapaz de expresar con palabras lo que sentía... era teclear una palabra y sentir una emoción que me impedía seguir y notar como los ojos se me volvían a empañar.... Y lo malo es que estoy viendo que una semana más tarde sigo más o menos igual (qué desastre, por favor!!)
Como todos sabéis llevaba demasiado tiempo preparando mi primera media maratón y cuando digo "demasiado" lo digo como un punto de mejora... realmente he comprendido lo que dice la gente de que hay que buscar retos intermedios porque sino se hace demasiado duro... A lo que vamos, después del "fallo 1" de demasiado tiempo, le sumamos el "fallo 2" de que justo cuando más hay que entrenar tener un pico de trabajo que no te deja vivir y, para hacerlo un poco más emocionante tenemos el "fallo 3": ir de lesión en lesión malcurando una y volviendo a caer en otra parecida para no forzar lo que tienes mal... Pero es que, todavía podíamos hacerlo un poquito peor, y es que no sé porqué las 2-3 semanas antes se me ocurrió ponerme a comer como si no hubiera un mañana y precisamente no con las opciones más saludables del mundo (ay, esa Semana Santa de descontrol y revoleo!!) así que me planté con 3kg de más sobre mi peso habitual que tenía que mover con mis patitas de siempre. Muy bien, Violeta, si te lo propones no lo consigues hacer peor.
Lo único bueno de todo esto es que el viernes anterior, en el último entreno me fue tan terriblemente mal (y eso que era de 5km a ritmo super suave) que decidí que o bien no corría o que corría para disfrutar del ambiente y poco más... no tenía ninguna esperanza de ningún tipo. ¿Y qué hay de bueno en esto? Pues que no estaba en absoluta nerviosa!! Había asumido mi derrota por lo que estaba tan tranquila, tan pancha... iba al tran-tran, a lo que saliese... y si no salía, pues bueno, teníamos en 3 semanas el examen de Septiembre para recuperar (vamos, la Rock and Roll)
Así que el viernes anterior me porté fatal, el sábado la cosa no fue mucho mejor y el domingo me levanté a ver cómo era una salida de una media maratón y cómo son sus primeros kms. Como siempre íbamos pegados de tiempo y no nos dio tiempo a llegar ni a la foto oficial de nuestros amigos los @drinkingrunners ni los @instarunnersmadrid... lo dicho, la cosa no podía ir peor!!
La verdad es que los momentos antes de la salida con toda La Castellana llega de gente, viendo a tantísimos corredores con ganas e ilusión por esa carrera, sus familias y amigos apoyándoles... la verdad es que es algo que impresiona y que empieza a meterte, quieras o no, en el sentimiento de carrera. Y creo que solo necesité que aparecieran nuestros queridos Rocío (@marirocis) y Jaime (@vrjaime) para darme cuenta de que sí, de que realmente quería correrla y que me haría ilusión terminarla y que, realmente, tenía que intentarlo y no tirar la toalla.
Y toca admitir que sí, que esos 5 minutos justo antes de empezar, me puse nerviosa... ¿estaba todo en orden?, ¿moño bien sujeto?, ¿horquillas en su sitio?, ¿pulsómetro con señal?, ¿me quito ya la camiseta o es demasiado pronto?, ¿zapas bien atadas?, ¿calcetines colocados?, ¿el dorsal está bien sujeto?, ¿un último selfie? Creo que todos sabéis lo que es esto, ¿no?
La gente empezó a moverse... esto empieza señores, nos acercamos a la salida, ¡¡voy a empezar mi primera media maratón!! ¡¡A por ella, campeona!! (y en ese momento crucé el arco de salida) y empezó la aventura.
Una aventura que empezó siendo muy dura con la subida de Alcalá, que se suavizó un poco pero mantuvo su constante cuesta arriba por Velazquez y que nos dió un respiro al cruzar por el puente de Juan Bravo... iba bien, alta de pulsaciones pero no sentía dolores de ninguna lesión. Tocaba seguir subiendo y enfilamos Bravo Murillo, que era la parte que más temía yo de todo el recorrido... sabía que ya iba a ir cansada y esa calle me parece demasiado aburrida... sabía que mentalmente me iba a costar peeeero tuvimos la suerte de coincidir con un grupo de paracaidistas que con sus cantos nos hicieron la subida super amena y casi sin darnos cuenta llegamos a Plaza Castilla.
Empezaba la bajada que tanto estabamos esperando, llegábamos a nuestra zona de entrenamiento habitual, la que mejor conocemos, la que hemos machacado a base de zapatilla, ¡¡tocaba disfrutar!! Y lo hicimos, sabíamos que lo duro había pasado y que ahora solo había que mantener y no volverse loco pensando que ya estaba hecho. Un gel en el km 11 y a seguir disfrutando.
Esos kms fueron los mejores, los que realmente te das cuenta de que hay opciones de terminar, donde eres consciente de que realmente estás corriendo una media maratón, donde disfrutas de un Madrid cortado solo para corredores, donde te zambulles en el espíritu de una media y te das cuenta de que ha merecido la pena el esfuerzo. Esos kms que van pasando, uno a uno, y te dan tiempo para pensar en cómo has llegado hasta allí, en los fallos que has cometido, en las cosas que has hecho bien... y en todo lo que te queda por delante.
El Retiro ya está aquí y es el momento de sacar toda la fuerza que has ido reservando durante los últimos kms, es el momento de darlo todo y no darte por vencido, es el momento de decirle a ese tal Alfonso XII, "tío, yo voy a ser medio maratoniana y tú no me lo vas a impedir". Y efectivamente, le vences y llegas a la puerta del Paseo de Carros... y disfrutas de ese último kilómetro entre la gente que aplaude, que grita, que te anima a seguir un poco más... y tú que no puedes dejar de sonreir y recrearte en esa sensación de superwoman que no quieres que nunca te abandone... la meta... y las lágrimas... ¡¡soy medio maratoniana!! Nada puede conmigo, me he vencido a mí misma, soy imparable, puedo con lo que sea...
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Hola chicos!!
He tenido que esperar unos días para poder escribir este post porque realmente lo intenté el domingo pasado justo después de acabar la media maratón y era incapaz de expresar con palabras lo que sentía... era teclear una palabra y sentir una emoción que me impedía seguir y notar como los ojos se me volvían a empañar.... Y lo malo es que estoy viendo que una semana más tarde sigo más o menos igual (qué desastre, por favor!!)
Como todos sabéis llevaba demasiado tiempo preparando mi primera media maratón y cuando digo "demasiado" lo digo como un punto de mejora... realmente he comprendido lo que dice la gente de que hay que buscar retos intermedios porque sino se hace demasiado duro... A lo que vamos, después del "fallo 1" de demasiado tiempo, le sumamos el "fallo 2" de que justo cuando más hay que entrenar tener un pico de trabajo que no te deja vivir y, para hacerlo un poco más emocionante tenemos el "fallo 3": ir de lesión en lesión malcurando una y volviendo a caer en otra parecida para no forzar lo que tienes mal... Pero es que, todavía podíamos hacerlo un poquito peor, y es que no sé porqué las 2-3 semanas antes se me ocurrió ponerme a comer como si no hubiera un mañana y precisamente no con las opciones más saludables del mundo (ay, esa Semana Santa de descontrol y revoleo!!) así que me planté con 3kg de más sobre mi peso habitual que tenía que mover con mis patitas de siempre. Muy bien, Violeta, si te lo propones no lo consigues hacer peor.
Lo único bueno de todo esto es que el viernes anterior, en el último entreno me fue tan terriblemente mal (y eso que era de 5km a ritmo super suave) que decidí que o bien no corría o que corría para disfrutar del ambiente y poco más... no tenía ninguna esperanza de ningún tipo. ¿Y qué hay de bueno en esto? Pues que no estaba en absoluta nerviosa!! Había asumido mi derrota por lo que estaba tan tranquila, tan pancha... iba al tran-tran, a lo que saliese... y si no salía, pues bueno, teníamos en 3 semanas el examen de Septiembre para recuperar (vamos, la Rock and Roll)
Así que el viernes anterior me porté fatal, el sábado la cosa no fue mucho mejor y el domingo me levanté a ver cómo era una salida de una media maratón y cómo son sus primeros kms. Como siempre íbamos pegados de tiempo y no nos dio tiempo a llegar ni a la foto oficial de nuestros amigos los @drinkingrunners ni los @instarunnersmadrid... lo dicho, la cosa no podía ir peor!!
La verdad es que los momentos antes de la salida con toda La Castellana llega de gente, viendo a tantísimos corredores con ganas e ilusión por esa carrera, sus familias y amigos apoyándoles... la verdad es que es algo que impresiona y que empieza a meterte, quieras o no, en el sentimiento de carrera. Y creo que solo necesité que aparecieran nuestros queridos Rocío (@marirocis) y Jaime (@vrjaime) para darme cuenta de que sí, de que realmente quería correrla y que me haría ilusión terminarla y que, realmente, tenía que intentarlo y no tirar la toalla.
Y toca admitir que sí, que esos 5 minutos justo antes de empezar, me puse nerviosa... ¿estaba todo en orden?, ¿moño bien sujeto?, ¿horquillas en su sitio?, ¿pulsómetro con señal?, ¿me quito ya la camiseta o es demasiado pronto?, ¿zapas bien atadas?, ¿calcetines colocados?, ¿el dorsal está bien sujeto?, ¿un último selfie? Creo que todos sabéis lo que es esto, ¿no?
La gente empezó a moverse... esto empieza señores, nos acercamos a la salida, ¡¡voy a empezar mi primera media maratón!! ¡¡A por ella, campeona!! (y en ese momento crucé el arco de salida) y empezó la aventura.
Una aventura que empezó siendo muy dura con la subida de Alcalá, que se suavizó un poco pero mantuvo su constante cuesta arriba por Velazquez y que nos dió un respiro al cruzar por el puente de Juan Bravo... iba bien, alta de pulsaciones pero no sentía dolores de ninguna lesión. Tocaba seguir subiendo y enfilamos Bravo Murillo, que era la parte que más temía yo de todo el recorrido... sabía que ya iba a ir cansada y esa calle me parece demasiado aburrida... sabía que mentalmente me iba a costar peeeero tuvimos la suerte de coincidir con un grupo de paracaidistas que con sus cantos nos hicieron la subida super amena y casi sin darnos cuenta llegamos a Plaza Castilla.
Empezaba la bajada que tanto estabamos esperando, llegábamos a nuestra zona de entrenamiento habitual, la que mejor conocemos, la que hemos machacado a base de zapatilla, ¡¡tocaba disfrutar!! Y lo hicimos, sabíamos que lo duro había pasado y que ahora solo había que mantener y no volverse loco pensando que ya estaba hecho. Un gel en el km 11 y a seguir disfrutando.
Esos kms fueron los mejores, los que realmente te das cuenta de que hay opciones de terminar, donde eres consciente de que realmente estás corriendo una media maratón, donde disfrutas de un Madrid cortado solo para corredores, donde te zambulles en el espíritu de una media y te das cuenta de que ha merecido la pena el esfuerzo. Esos kms que van pasando, uno a uno, y te dan tiempo para pensar en cómo has llegado hasta allí, en los fallos que has cometido, en las cosas que has hecho bien... y en todo lo que te queda por delante.
El Retiro ya está aquí y es el momento de sacar toda la fuerza que has ido reservando durante los últimos kms, es el momento de darlo todo y no darte por vencido, es el momento de decirle a ese tal Alfonso XII, "tío, yo voy a ser medio maratoniana y tú no me lo vas a impedir". Y efectivamente, le vences y llegas a la puerta del Paseo de Carros... y disfrutas de ese último kilómetro entre la gente que aplaude, que grita, que te anima a seguir un poco más... y tú que no puedes dejar de sonreir y recrearte en esa sensación de superwoman que no quieres que nunca te abandone... la meta... y las lágrimas... ¡¡soy medio maratoniana!! Nada puede conmigo, me he vencido a mí misma, soy imparable, puedo con lo que sea...
Un saludo,
Mario de la Renta
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