Free Yoga by Oysho 2015

{ YOGA }

Hola chicos!!!

¿Qué tal el fin de semana? El nuestro de lo más entretenido con su parte de entreno, de amigos, de cultura... pero el punto álgido fue sin duda una cita que teníamos apuntada desde hace mucho tiempo en nuestra mente yogui: el evento de Free Yoga by Oysho.  Habíamos oído hablar tantísimo de él... en cualquier conversación de yoga que teníamos, salía a colación y cuando se hablaba del tema, todo el mundo lo contaba como algo realmente especial.  Ahora ya entendemos el porqué...

(PINCHA EN LA FOTO PARA VER EL VIDEO)

Y eso que el madrugón que nos pegamos el sábado por la mañana fue de los de aupa para un evento que no empezaba hasta las 11 de la mañana.  Pero ya nos habían comentado que se petaba y que interesaba ir a primera hora si querías un sitio medianamente decente desde el que se viera a la profe... que no era nada más ni nada menos que Xuan Lan que conocimos en la Master Class de yoga detox que disfrutamos después de Navidades y que nos encantó (os lo contamos aquí).

Pues eso, que llegamos a la Plaza Mayor a las 8:30 de la mañana y no os penséis que eramos los primeros de la fila...¡¡ni mucho menos!! No quiero imaginarme a qué hora debieron llegar los que estaban en la valla, ¿empalmarían después de una noche de juerga? (no es una actitud muy yogui, pero cosas peores se han visto...)  Lo curioso es que al final no se nos hizo tan larga la espera como imaginamos, empieza a llegar gente, haces fotos, comentas, ves imágenes del año pasado, te pones un poco nervioso, vamos, lo típico.

Y por fin llegaron las 10 de la mañana, ante nuestros ojos se abrió toda una Plaza Mayor totalmente cubierta de esterillas color marsala de Oysho... no nos lo podíamos creer, imaginaos la emoción que puede entrarle a un yogui cuando se encuentra la plaza más importante de su ciudad cubierta por esterillas.  Y es que sí, lo habíamos visto en Nueva York en Bryant Park, pero cuando realmente es TU ciudad el momento es mucho más emocionante.

Ubicados, con las camisetas de Oysho puestas, fotos de rigor con nuestras amigas guerreras (mucho #postureoyogui), saluditos a las que no habíamos visto en la cola, entrevistas con Telecinco (de ésta nos hacemos famosas) y corriendo nerviosos a nuestro sitio.  No queríamos perdernos ni un milisegundo de algo que habíamos esperado durante tantos meses.

Un inicio de lo más espectacular con una exhibición de acroyoga... la verdad es que esto sí que son palabras mayores.  Eso sí, una cura de humilidad yogui de las buenas... habíamos mejorado tanto en los últimos meses que se nos había subido un poco a la cabeza, pero de pronto te encuentras con gente que es capaz de hacer estas maravillas, y con tanta elegancia y dulzura que te das cuenta de que eres un verdadero pardillo y que te queda un camino infinito por recorrer.  Que sí, que practicar un poco de yoga mañanero cada día nos está viniendo super bien para mejorar nuestra flexibilidad, pero que seguimos siendo unos verdaderos novatos en esta materia.

Un escalofrío creo que recorrió todas las espaldas de los 3000 yoguis que llenábamos la Plaza Mayor al escuchar la voz de Sofía Ellar... increíble esa voz aterciopelada y ligeramente rasgada, impresionante su música, su tono, su manera de contarnos que el yoga puede ser también música. Creo que nos dejó a todos mudos y totalmente embelesados mientras ella cantaba... super recomendable.

Xuan Lan sobre el escenario... la verdadera Master Class de Yoga Ashtanga estaba a punto de comenzar.... y durante una hora y media fuimos totalmente felices.  Nos olvidamos de todo, de los problemas, de las preocupaciones del día a día, de la semana que habíamos pasado y de los planes para la siguiente... nos centramos en el momento, en disfrutar de cada movimiento, en sentir el sol sobre nuestras caras, en sentir cómo cada músculo se estiraba.  Bueno, seremos sinceros, hubo momentos en los que tuvimos que salir de esta especie de "trance-zen" para poder grabar un poco de vídeo (que sabemos que os gustan demasiado como para no hacerlos)... pero realmente nos organizamos bastante bien.  Pocas interrupciones, en los momentos adecuados y, enseguida, volvíamos a estar totalmente zambullidos en la práctica.

Savasana... momento final de relajación y, para mí, el punto culmen de la clase.  Suele costarme mucho relajarme y, por eso, el sentir que podía estar con 3000 personas a mi alrededor, escuchando el ruido de fondo de la plaza (los guiris no perdonan...) y sin embargo, conseguir evadirme de todo y centrarme en mí, en esa maravillosa mañana de Junio y en la voz de Sofía Ellar, fue para mí un momentazo tan increíble que no pude evitar acabar con lagrimones en los ojos.  Creo que no fui la única, porque teníais que haber visto la carita de emoción de Xuan Lan una vez acabó la clase... 

Me lo habían puesto como un evento de los buenos, pero fue muchísimo mejor de lo que me esperaba... sé de dos que repiten fijo el año que viene!!! Namaste...

Un saludo,

Mario de la Renta

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