Hola, somos cuqui-runners

Hola chicos!!

Estamos emocionados y, ¿sabéis el porqué? Pues sencillamente, por algo tan sencillo como el haber encontrado el adjetivo que mejor nos define dentro de este mundo runner que nos rodea. Somos cuqui-runners!!! Sí, sí… y digo “somos” no “soy” porque aunque, aparantemente, esta palabra va más orientada al género femenino, creo que aquí Juanan se merece también el adjetivo y de forma superlativa, ¿no creéis?

¿Y como llegamos a esta palabra? La cuestión es que parece que es famosa ahí por las redes sociales pero nosotros no la conocíamos hasta hace unas semanas (y mira que nos extraña que con lo super fan que somos nosotros de las RR.SS se nos haya escapado algo de semejante importancia) cuando asistimos a la firma de libros de Alma Cupcakes en Intersport Piñeiro.

Una pregunta un tanto inocente (¿o no tanto?) de nuestra querida Clara de “Yo no corro, vuelo” nos hizo saltar las alarmas… y mira que intento recordar la pregunta, pero me quedé tan flasheada con la palabra “cuquirunner” que soy incapaz de recordar nada más. No pude evitar meterme en medio de la conversación para preguntar que “¿qué era eso de cuquirunner?” y, sencillamente, creo que nuestro nombre podía aparecer en la Wikipedia como máximo ejemplo (bueno, ya sabéis que Pablo, de los Drinking Runners también opina que nuestro nombre y foto también debería acompañar a la palabra “postureo”, tiene tela…).

¿Y qué es un cuquirunner? Pues sencillamente, todos los runners que opinamos que para correr, no es necesario ir hecho un desastre, que se puede hacer deporte con un mínimo de gusto estético y que el entrenar no es equivalente a ponerte la ropa más vieja del mundo mundial e ir oliendo a choto. Somos los que pensamos que, no por ir maquillada (siempre con un punto de cordura, pero eso se sobreentiende), ni bien peinada y medianamente combinada significa que te estés esforzando menos ni que no estés dando el máximo de ti misma. ¿Acaso alguien piensa que como los altos directivos de las empresas van elegantemente vestidos, su esfuerzo y trabajo es menor? (si es así, por favor, que alguien me explique sus sueldos, please…)

Esforzarse, luchar, caer y levantarse no tienen que ir ligados a una imagen… es más, puede que incluso una buena imagen, nos motive para volver a intentarlo, para no tirar la toalla, para salir los días que nos da pereza… así que, si ser cuquirunner es estar preocupado por tu aspecto mientras haces deporte, ¡¡aquí estamos!! Somos super cuquirunners!!!

Y a todo esto, por ahora sólo os hemos contado cómo nosotros entendemos que este adjetivo describe, de forma positiva, a un sector del mundo running. Sin embargo, para la mayor parte de este sector, se trata de algo negativo, casi rozando el insulto… los corredores de toda la vida entienden que esto es una moda, que es un boom y que lo único que hacemos es “manchar” el concepto del runner. Ellos entienden que las camisetas de las carreras del 2000 y pico junto con unos pantalones cortos con “historia” son las únicas opciones válidas para correr, y si se dan de tortas en cuanto a combinación casi que mejor “nosotros nos preocupamos por lo importante, no por tonterías como todos estos novatillos”. Estamos de acuerdo, señores, serán chorradas, correremos mal, les entorpeceremos de vez en cuando el paso, llenaremos sus carreras populares… pero si nosotros aceptamos y respetamos su historia y trayectoria runner, ¿por qué no hacen lo mismo con nosotros? Es como si un gran escritor de toda la vida empieza a criticar a su hijo de 4 años que empieza a leer y necesita cuentos llenos de dibujitos para motivarse.

En fin, que después de todo el rollo que os hemos soltado, os vamos a mostrar de forma irrefutable lo “cuquirunners” que somos: el jueves pasado (que fue fiesta en Madrid) después de una noche de esas de juerga con amigas, ¿qué hicimos esta pareja de cuquirunners? Pues ponernos la ropa de deporte e irnos a hacer una Tapia. ¿Cualquier ropa vale? Por supuesto que no… ya no nos quedamos en ir “monos” por separado, sino que también tenemos que ir “monos en pareja”. ¿Vamos de amarillo y negro? Jajaja, esto es difícil de superar, ¿eh?

Gracias Alma, gracias Clara por habernos abierto los ojos…. ¡¡cuquirunners al poder!!