Marc Jacobs y sus 16 años en Louis Vuitton

Buenos días!!

Dieciséis años de su vida le ha dedicado Marc Jacobs a la maison francesa Louis Vuitton... que se dice pronto: imaginaos vosotros 16 años en el mismo sitio, con los mismos compañeros, con unos hábitos mas que establecidos, con tus tradiciones y tus manías... y para luego, de golpe y porrazo (bueno, quizás se veía un poco venir, pero eso es otra historia) dejar esa pequeña criatura que has visto crecer en manos de otro...

Así que nuestro pequeño homenaje a ese trabajazo de Jacobs para Louis Vuitton está aquí, recordando sus desfiles más icónicos, sus "idas de olla" mas locas, lo que fue capaz de transmitirnos dentro y fuera de la pasarela, y, sobre todo su asombrosa consistencia en la imagen a proyectar (como sabéis somos super fans de que su desfile y su campaña sigan la misma temática)... 

After working for 16 years it should have been difficult for Marc Jacobs to leave Louis Vuitton... imagine yourself leaving a company where you have put the best of yourself during so many years... then it´s easy to understand his last fashion show where the catwalk was like a summary of the very best of this era but painted on black, black of sadness?... anyway, there we could see the Louvre fountain, the station clock, the escalator, the carrousel... let´s look back and take some time to remember each of his greatest fashion show hits...

Se puede decir que toda esta locura de desfiles arrancó con la colección de otoño-invierno del 2010 cuando a nuestro querido Marc no se le ocurrió otra cosa que montar una carpa transparente en medio de los patios del Louvre con una impresionante fuente interior alrededor de la cual paseaban lindas señoritas que habían estado horas y horas preparándose en sus camerinos...

Del centro de París damos un salto al corazón de Asia donde un circo fue el escenario para presentar la colección primavera-verano 2011... no bastaba con el exotismo de esos colores, tejidos y actitudes de las modelos, había que llamar aún más la atención con carpas doradas y leones disecados protegiendo la pasarela.  

El otoño-invierno del 2011-12 se inaguró el gran Hotel Louis Vuitton en el centro de París, con sus asombrosos lujosas puertas de ascensores (vintage, por supuesto)resguardadas por los botones mas discretos y serviciales.

   

De la opulencia del gran hotel pasamos, la primavera del 2012 a la temporada más naïf, más dulce y candy-candy que se recuerda... con un precioso tiovivo clásico que hacía las delicias de todo el sector femenino de las gradas durante el desfile... y una campaña donde los colores pastel fueron los grandes protagonistas.

Durante el otoño-invierno del 2012-13 fuimos pasajeros de un tren con destino a Hogwards (o al menos eso fue lo que creíamos) cubiertas con unos sombreros en absoluto discretos y con el traqueteo de esa máquina de vapor como hilo musical.

 

Y llegó la primavera y el verano 2013 y con ellos unas ganas irrefrenables de pasear por centros comerciales y subir y bajar escaleras mecánicas... la relación de las escaleras con el tablero de ajedrez amarillo-limón es algo que se nos escapa, pero seguro que algún sentido tiene.

El otoño-invierno del 2013-14 se nos presenta como una escena cargada de misterio y sensualidad al ver las entradas y salidas de unas señoritas de lo mas sexy de sus respectivas habitaciones de un hotelito chic en el centro de la ciudad de la luz... un boudoir exquisito cada una de las estancias.  

Y por fin llegamos al presente, a este desfile orientado a la próxima primavera-verano 2014... un desfile de lo más oscuro para una colección veraniega... ¿quizás la tristeza de dar el "adios" a una casa en la que se sentía tan cómodo?  Desde luego, una despedida en la que, en tono melancólico recuerda sus grandes locuras sobre la pasarela... sobre la que vemos la mítica fuente del Louvre, la escalera mecánica, el reloj de la estación, el ascensor del Hotel Louis Vuitton, el tiovivo...  una despedida por todo lo alto.

Y vosotros, ¿qué pensáis del sucesor de Marc Jacobs al frente de Louis Vuitton?, ¿le han dejado alto el listón o es algo fácilmente superable?

Un saludo,

Mario de la Renta

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