The Mud Day, Toledo 2015

{ RACES }

Realmente desde que hicimos el entreno de la Spartan Race hace dos semanitas (que os contamos aquí), nos quedamos con ganas de hacer una carrera de obstáculos de verdad.  No nos sentíamos preparados (porque ese día acabamos bastante cansadetes) pero no podíamos evitar sentir que nos había picado un poco el tema.  El sentirnos guerreros, luchadores, vencer obstáculos, superar pruebas, dar el 120% de ti mismo y ver que con esfuerzo, ilusión y ganas puedes superar cualquier barrera que se te ponga por delante.  No era el momento, así que nos lo pusimos como meta para el año que viene, la Spartan 2016 sería nuestra.

(PINCHA EN LA IMAGEN PARA VER EL VIDEO)

Sin embargo, hay veces que los astros se alinéan para cumplir tus sueños antes de tiempo y ésta fue una de esas ocasiones... un cruce de whatsapps inocentes con nuestra queridísima Pau Inspirafit (puede sonar a peloteo, pero ya la queríamos antes, ¡¡que conste!!) y, de pronto, nos encontramos con que no hacía falta esperar 12 meses más para cumplir ese deseo sino que podíamos cumplirlo ese mismo fin de semana gracias a Vodafone Yu en el Mud Day 2015.  Buahhh, os podéis imaginar el subidón, ¿no?

Bueno, el subidón del momento en que te enteras que tienes dorsal para el Mud Day de Toledo y los nervios posteriores, ¿pero, podremos con esto?, ¿no nos habremos tirado demasiado rápido a la piscina?, ¿sin entrenamientos este tipo de carreras se pueden acabar?  Porque no dejaban de ser 13km de carrera con 22 obstáculos!!! Que al final 13km son 13km y que no es lo mismo hacerlos dando vueltas al Retiro que es llanito, o por asfalto con pequeñas subidas y bajadas que meternos en pleno campo de Toledo y empezar a subir y bajar montes.  Pero no era momento de echarse atrás... ya había que tirar para adelante y demostrar que a "los de la Renta" no hay quien les gane en moral (ni el alcoyano, eh!!)

Así que nada, llegó el gran día e, increíblemente, los nervios parecían estar controlados... claro, teníamos ya la bolsa preparadísima del día anterior con toda la ropa que íbamos a llevarnos, las chanclas, las toallas, la ropa para después, las botellas de agua, los plátanos... si es que parecía que nos íbamos de excursión con el cole!!!

Una horita de viaje y empiezan a aparecer carteles de Mud Day... esto empieza a ponerse serio... ante nosotros aparece un parking inmenso y las carpas de la organización... en ese momento empezamos a darnos cuenta de que la aventura es real, de que está ocurriendo y que dentro de poco estaremos hasta arriba de barro luchando por sortear obstáculos.  Menos mal que en seguida nos encontramos con Pau y Félix y, quieras que no, te pones a hablar, a comentar y ves que todos estamos igual... y que entre una cosa y otra se nos hace tarde, y que nuestra salida está a punto de llegar, y que casi no nos da tiempo ni a colocarnos el dorsal... (y que conste, que seguro que lo estáis pensando, que no nos entretuvimos casi a hacer fotos!!!).

En un abrir y cerrar de ojos nos encontramos haciendo el calentamiento más buenrollero ever... con la gente saltando, gritando, cantando... eso no era un calentamiento, parecía toda una rave!!! Y esto no había hecho más que comenzar... decir que estábamos emocionados era poco, era impresionante estar ahí en medio disfrutando del subidón de la música, la gente deseando empezar la carrera, un calentamiento que parecía una fiesta.  Tocaba seguir a los chicos de Vodafone Yu, así que directitos a primera fila de la salida... ¿quién me lo iba a decir a mí que estaría en un "frontrow" runner? Si es que la vida da una de vueltas...

El problema fue que eso del "frontrow" cuando corres lentito se convierte en un problema, porque claro... la gente literalmente te arrastraba.  Os podéis imaginar que en esa carrera (y especialmente en primera fila) no había precisamente niñas elegantes y delicadas, sino que los más "mazaos" de todos los gimnasios de Madrid estaban allí para demostrar que eran los más fuertotes y que había que salir como si la carrera se acabase 2 minutos más tarde.  No sé como no terminé en el suelo pisoteada... digamos que, para mí, ese fue el primer obstáculo y uno de los más chungos.

Sorprendentemente conseguimos reagruparnos y empezar la carrera los cuatro juntos, al principio tranquilos, comentando la salida y a lo que cada uno teníamos más miedo, diciendo que si nos ibamos a saltar este obstáculo o aquel... parecía que más que hacer una carrera de obstáculos, íbamos de trote ligero por el campo.  Pero llegó el primer obstáculo: el Crawling Time o cuerpo a tierra con alambres de espino por encima de nosotros.  Ayyyy... cada vez que recuerdo el dolor de rodillas (bueno, las heridas que tengo hoy son prueba feaciente de que peleamos).  Pero lo pasamos... ya sólo faltaban 21, jejeje

El segundo para mí fue el peor: The Wall.  Por más impulso que me diese yo no veía la manera de conseguir pasar por encima de un muro de madera de 2m, simplemente o me ponía muelles en las zapatillas o eso no podría hacerlo nunca.  Y fue precisamente por esa imposibilidad por lo que se empezó a crear el espíritu de equipo entre nosotros: Juanan y Félix nos ofrecieron sus manitas para que se las pisoteásemos y pudiesen darnos impulso para pasar.  Al principio te sientes mal teniendo que pedir tanta ayuda, pero viendo tantas sonrisas y tantas ganas de echarte una mano, te terminas animando a admitir que sola no puedes y que les necesitas.  Creo que ese fue el punto de inflexión de la carrera, el momento en el que se creó el "InspiraMud" team, el momento en que nos sentimos un equipo y que íbamos a hacer todo lo posible por ayudarnos, animarnos y conseguir acabar todos la carrera.

Y hubo momentos en los que lo pasamos mal... la bromita del número de km por delante (nos dijeron que 5 y al final eran 8) nos desmoralizó un poco, la última super subida a un monte nos dejó sin aliento, las continuas cuestas nos mataban... pero al final, llegabas un obstáculo y todo se te olvidaba porque había que pensar en cómo hacerlo todos juntos para conseguir pasarlo todos.  Y hemos hablado de que lo pasamos "mal" pero sobre todo lo pasamos genial... nos reímos muchísimo, hicimos el ganso como si volviésemos a tener 5 años, hicimos mil vídeos (los móviles se quedaron en el ropero y menos mal), nos revolcamos en barro, nos caímos y levantamos mil veces.

Es de esas carreras que sabes que nunca olvidarás, el ambiente era increíble, los ánimos de toda la organización cada vez que llegabas a un punto de avituallamiento, los gritos de gente anónima que te decían que podías... pero si tengo que quedarme con algo de esta carrera, sin duda, es con el equipazo que montamos... juntos parecía que podíamos con todo.

Llegó el obstáculo 21 y, en ese momento, de pronto te das cuenta de que no quieres que se acabe.  Estás lleno de barro, con muchísima hambre, con ganas de beberte un litro de agua (o de cerveza) y de ponerte ropa limpia y seca... y aún así, no quieres que se acabe, pero terminas pasando por esas cuerdas sobre la piscina de barro (o te caes y vas nadando hasta la otra orilla como fue mi caso) y ves ya la meta, el final está cerca.  Nos cogemos los 4 de las manos y pasamos corriendo por debajo de las cintas con chispas... y llega la meta y la cruzamos juntos.  ¡¡Hemos acabado!! ¡¡hemos superado el MudDay!! ¡¡hemos vencido a esos 13km por campo y esos 22 obstáculos!! ¡¡Somos unos máquinas!! EQUIPAZOOOOOO!!!!

El ambientazo del Village en aquel momento era una pasada... como decía Pau "las carreras son los nuevos festivales" Y estaba claro que en ese caso no podía ser más cierto... gente bailando, con sus minis, haciéndose fotos, disfrutando de la música... impresionante.  Tanto que en lugar de ir a ducharnos nada más llegar, nos quedamos con nuestras pintillas y nos fuimos a hacer unas fotillos... tened en cuenta que, ante todo, somos bloggers y no habíamos hecho fotos de todo el evento... ¡¡inaudito!! Jajajaja, somos lo peor.

Afortundamente llegó el momento ducha, y el momento ponerse sequito, y el momento cervecita tranquila, y el momento croissant (¿quién ha dicho que no puede mezclarse un croissant con cervi?) y el momento hamburguesotaaaaaa!!!

Y ya no nos queda más que dar mil millones de gracias a Pau por proponernos el participar en esta super aventura que hizo que un sábado cualquiera del mes de Mayo se convierta en un sábado que nunca olvidaremos!!! Y no podemos olvidar al otro super miembro del Inspira Mud Team, Félix... sin tí no hubiese sido capaz de pasar muuuuchos de los obstáculos, eres un crack, tío!!! 

Conclusión: experiencia super, super recomendable... no sé cómo será la Spartan, pero si queréis probaros a vosotros mismos a la vez que vuelves a disfrutar como si tuvieses 5 años revolcándote en barro, el Mud Day hay que probarlo

Un saludo,

Mario de la Renta

Ps2: Consecuencias de un MudDay: 39,5º de fiebre esa noche y agujetas de la muerte al día siguiente (hasta en las pestañas!!!) y aún así, lo repetiría mil veces!!! Inspira Muuuuuuud!!!

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