San Silvestre here we go

Avisamos que este post es largo... pero, para nosotros, es de los más importantes de este año...

Esta historia comienza hace justo un año cuando estabamos de pre-celebración de la Nochevieja cerca de Concha Espina. Entre caña y caña no dejábamos de ver a "unos pringaos" que iban hacia el Bernabeu para correr la San Silvestre 2013. Pero los que empezaron siendo un grupo de pringaos (ya se sabe que correr es de cobardes), al final terminaron captando toda nuestra atención, si hasta parecía que se lo estaban pasando bien... muy bien de hecho... y de pronto surgió esta frase "¿ Y por qué no la corremos el año que viene?". Así comienzó la historia de #losdelarentarunners que esta noche tiene su punto... y seguido.

Cualquiera que me conozca sabe que odio el deporte, sí... tal cual, lo he odiado toda mi vida, no fui feliz hasta que en COU nos lo quitaron como asignatura obligatoria, así que nada hacía pensar que aquella "salida de tiesto" fuese a llevar a algo. Cada vez que pensaba en correr, recordaba el temido test de Cooper y veía que ése no era mi camino... pero hubo un día en Abril que decidí que ya era hora de calzarme unas zapatillas de deporte y ver qué era capaz de hacer. Os podéis imaginar que el primer día no fue, ni mucho menos, un éxito. Pero al menos no debió ser tanto fracaso si hubo un segundo, tercero y cuarto... claro, que Mr. de la Renta estuviese al lado tirando siempre hacía las cuestas un poco menos empinadas. Pasé por una fascitis plantar (sí, por calzado inadecuado) pero que conseguí superar... el problema vino cuando Mr. de la Renta se lesionó y se lesionó de verdad... En ese momento no había nadie que tirase de mí, era Junio, empezaba a hacer calor y realmente pensé que lo dejaría... Afortunadamente apareció un reto más a corto plazo que la San Silvestre, una tontería, pero que a mí me bastó: correr por Central Park en plan película.

Eso fue todo un chute de energía, correr con la gente de Nike 6 millas esa mañana de domingo me cambió la forma de ver el running. Todavía se me empañan los ojos cuando recuerdo a cientos y cientos de corredores por una 3ª, 4ª y 5ª Avenida sin tráfico.

Este subidón "runner" me duró todo el verano y fue lo que hizo que en Septiembre nos pusiésemos como locos a buscar por aquí gente que corriese, que hiciese quedadas, que nos permitiese volver a sentir algo parecido a lo que vivimos esa mañana en Central Park... y así fuimos conociendo este mundillo que ahora nos tiene locos... da igual las lesiones, las roturas fibrilares (que no hay manera de que termine de irse), los madrugones en fin de semana, las agujetas del día después.

Así que ya sólo me queda daros las gracias a todos los que me habéis ayudado este año a llegar hasta aquí y que hoy pueda correr la San Silvestre (a ver si hay suerte y la termino): empezando por supuesto por Mr. de la Renta y siguiendo por mi gran amigo Javi (que todavía no se cree que yo sea capaz de correr), a los chicos de Nike Serrano y Gran Vía (Victor, Sonia, Leo y Dani) que han tirado demasiadas veces de mí, a nuestra querida fisio Ángela que con tanta paciencia ha cuidado nuestras piernecitas, a mi gran compañera Rocío y a su "coleta" que durante tantos km he visto (y a Jaime, eh!), a Isabel (@onmytrainingshoes) por enseñarnos a correr "un poco" mejor, a Pau (@pau_inspirafit) por su energía desbordante, a las Guerreras: Su (susa_nita72), Sofía (@nictecilla), a Héctor (@hectormromerog) y su inseparable Go-Pro, a Carmen (@clarin_car) por sus ánimos durante la lesión y a otros tantos con los que compartimos vida y aventuras por Instagram... ¡¡muchas gracias, chicos!! Va por ustedes... #werunmad